Según un Proverbio: “Quien monta un tigre corre el riesgo de no poderse bajar nunca”. Esta frase se puede aplicar muy bien a los efectos perversos no intencionados o posibles riesgos que han traído consigo el progreso y en el cual la sociedad inmersa, ha tenido que poner en juego y decidir el rumbo que ha querido tomar con el auge de las Innovaciones Tecnologías.
Es por ello que el filósofo francés Michel Serres, habla de su desconfianza de destrucción causados por el avance los cuales se han transformado en temor, en una sociedad del miedo, pues, la ciencia es la única responsable de los riesgos que corre el planeta, cuando, por el contrario, es gracias a ella que podremos vivir cada vez más y mejor. Explica que los riesgos dependen de las decisiones políticas y de la utilización que los hombres hacen de los avances tecnológicos.
Para muchos esta es una actitud desalentadora, ya que no anima a analizar los riegos, pero independientemente de ello, es necesario acotar que como indica Francisco Álvarez, frente a los extremos del optimismo tecnológico y el fatalismo negativo, este autor propone seguir las pistas de la modernidad reflexiva, que permita superar la tesis de la inutilidad y resolver las cuestiones relativas al riesgo con las herramientas de la política y la filosofía.
Se debe por ende (tomando consigo sus palabras), plantear cuáles son los mecanismos generadores de riesgo y cómo es que pequeñas medidas pueden resultar significativas para afrontar los problemas del riesgo global. Y aunque la mayoría de los autores expresan una realidad existente, el avance debe seguir por que no podemos que. por temor quedarnos estancados, la conclusión en vez de enfrascarnos en el riesgo que produce los avances es, buscar alternativas de solución, somos muchos y entre todos podemos buscar miles de soluciones, debemos es usar nuestras capacidades, no todos pueden decidirse a montar el tigre, porque el riesgo es grande, pero recordemos una frase muy conocida que dice:
“Quien no se arriesga no gana y en esta vida el riesgo es vivir, un si es lo que debemos oír y un no es lo que tenemos que esperar, pero siempre arriesgando, porque vivir es un riesgo”.
Acertado y estupendo tu post sobre la inquietud latente que existe pese al progreso. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarConfieso que soy muy partidaria de los avances, pero por contra creo que la cosa ha llegado a un punto de descontrol absoluto.
Buscamos nuestro bienestar, sea cual sea, pero no valoramos el impacto que puede tener a escala global por ejemplo, para nuestro planeta o el hecho de que la brecha social cada vez es más grande.
Creo que hemos llegado a un punto que nuestro planteamiento debería basarse en mirar todas las opciones, y valorar, pero de verdad, alternativas que nos ayuden a avanzar y no quedarnos estancados pero sin sacrificar a nadie y nada por el camino.
Besotes